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Elegir un balcón de madera no es solo una decisión estética: es una declaración de intenciones. En un mundo dominado por el aluminio y el PVC, apostar por balcones de madera es abrazar lo natural, lo auténtico y lo duradero. Estos elementos arquitectónicos cumplen una función clave: permiten la apertura al exterior, aportan luz y ventilación, y son una pieza crucial para la imagen exterior de una vivienda. Pero además, los balcones de madera aportan calidez, carácter y valor patrimonial, convirtiéndose en un símbolo de elegancia tradicional que nunca pasa de moda.
Ahora bien, no todos los balcones son iguales. Y cuando se trata de tomar la decisión correcta, conviene tener una guía clara y bien estructurada. Porque sí, el diseño importa, pero también lo hacen el tipo de madera, el acabado, las medidas, los accesorios y los errores que deberías evitar si no quieres volver al punto de partida dentro de cinco años.
Un balcón de madera es mucho más que un vano con barandilla. Es un elemento arquitectónico que conecta interior y exterior, y que lo hace con un toque de tradición que otros materiales simplemente no pueden replicar. A nivel técnico, hablamos de un cerramiento acristalado que puede abrirse completamente al exterior, compuesto por una estructura sólida de madera maciza y cristal, normalmente dividido en hojas abatibles.
Su principal particularidad es que, frente a opciones más industriales, los balcones de madera presentan una estética natural, rústica o clásica, según el acabado, y ofrecen un aislamiento térmico y acústico muy superior. Si se mantiene correctamente, es un producto que puede durar décadas sin perder ni un ápice de su encanto.
Cuando hablamos de balcones de madera, conviene aclarar que existen diferentes formatos según el diseño, el número de hojas y el tipo de apertura. El más extendido es el formato europeo o “balconera”, que presenta una estructura con dos hojas abatibles de apertura frontal, y que puede adaptarse a diferentes alturas y anchos según el hueco disponible.
También encontramos versiones con diseños de 4 hojas, estructuras dobles o incluso con hojas fijas combinadas con móviles. Y no menos importante es la posibilidad de personalización según el número de cristales, el diseño del marco y el tipo de cuarterones. En definitiva, existe una tipología para cada estilo arquitectónico y para cada necesidad lumínica y climática.
El material estrella, sin lugar a dudas, es la madera maciza natural, una opción robusta, ecológica y con un comportamiento térmico excelente. Entre las especies más utilizadas, el pino y el iroko son los grandes protagonistas.
El pino es una madera nacional, económica y fácil de trabajar, que destaca por su buena respuesta estructural y su estética rústica. Requiere un tratamiento de protección si se instala en exteriores, pero ofrece una base muy agradecida para tintes y barnices.
El iroko, por su parte, es una madera tropical de alta densidad, más resistente a la intemperie y con una veta más oscura y marcada. Su mayor densidad se traduce en más durabilidad, aunque también en un precio superior.
En cuanto a acabados, las opciones son variadas: crudo (sin tratar), teñido, barnizado o lacado. El acabado crudo permite una personalización posterior, mientras que el barnizado protege la madera y realza su veta natural. El teñido ofrece una solución estética intermedia, y el lacado (blanco o de color) proporciona un estilo más moderno o clásico, según se prefiera.
Cuando se trata de balcones de madera, las medidas no son un simple detalle técnico, son el primer paso para garantizar una instalación sin complicaciones y un resultado estético impecable. Cada vivienda tiene sus particularidades, y por eso es importante que el balcón se adapte al hueco disponible con precisión milimétrica.
Para empezar, conviene tomar las medidas del hueco de obra en tres puntos distintos: superior, central e inferior. De esos tres valores, deberías considerar siempre el menor, ya que es habitual encontrar pequeñas desviaciones o desniveles que podrían comprometer el ajuste si no se detectan a tiempo.
En cuanto a los tamaños disponibles, nuestro catálogo contempla varias alturas estandarizadas que se adaptan a la mayoría de construcciones residenciales: 2200 mm, 2100 mm, 2000 mm, 2400 mm y 2150 mm. Estas opciones permiten cubrir desde balcones de planta baja hasta pisos altos con antepecho elevado.
En lo que respecta a la anchura, trabajamos con medidas habituales en obra nueva y reformas: 1100 mm, 1000 mm, 950 mm, 900 mm y 800 mm. Esta variedad de anchos permite seleccionar el modelo que mejor se adapte tanto a huecos generosos como a espacios más estrechos, sin comprometer el diseño ni la entrada de luz.
Además, si ninguna de estas medidas estándar encaja con tu proyecto, existe la posibilidad de encargar balcones en otras dimensiones. Eso sí, conviene hacerlo con el asesoramiento de un técnico especializado, ya que cualquier modificación en las proporciones puede influir en la estabilidad del conjunto y en el comportamiento de los herrajes.
Descubre en nuestro catálogo ese diseño que combina tradición, belleza y calidez natural. Tu próximo balcón te está esperando.
Ver CatálogoNo todo es madera y cristal. Un buen balcón también debe contar con herrajes de calidad, sistemas de cierre eficientes, cristales con buen aislamiento y un montaje profesional. Los accesorios como manillas, bisagras o sistemas anti-viento no son meros extras: son determinantes para la durabilidad y el confort.
Además, conviene elegir un sistema de acristalamiento que garantice buen aislamiento térmico y seguridad. Las opciones de doble cristal o incluso triple acristalamiento son especialmente recomendables en zonas frías o con alto ruido ambiental.
La instalación, por último, debe ser realizada por profesionales con experiencia en carpintería tradicional. Un buen producto mal montado acaba siendo un mal producto.
Antes de lanzarte a comprar un balcón de madera, conviene tener en cuenta una serie de recomendaciones clave. Aquí te dejamos algunos consejos prácticos y errores frecuentes que hemos visto más veces de las que quisiéramos:
No ignores el clima de tu zona. Elegir una madera que no se adapta bien a la humedad, al sol intenso o a las heladas puede ser una receta para el desastre. El pino funciona bien en zonas secas y protegidas, mientras que el iroko es más resistente en entornos exigentes.
No escatimes en instalación. Una balconera excelente mal instalada se convierte en un problema. El montaje debe hacerlo un profesional que entienda de carpintería y ajuste de herrajes.
No sobrevalores el precio bajo. Ahorrar unos euros en un modelo con herrajes mediocres o sin tratamientos adecuados puede salir caro a medio plazo. La inversión inicial debe contemplar calidad, durabilidad y mantenimiento futuro.
Ten en cuenta la orientación y el uso. Un balcón que se abre todos los días no necesita el mismo tipo de cerradura ni bisagras que uno puramente decorativo. Ajusta tu elección al uso real que le vas a dar.
No descuides el mantenimiento. La madera vive y respira. Un pequeño repaso cada cierto tiempo (lijado, barnizado o retoques en juntas) puede alargar la vida útil del producto durante décadas.
Consulta siempre las medidas con detalle. No improvises ni tomes “medidas aproximadas”. Una diferencia de milímetros puede comprometer el encaje o provocar problemas con el sistema de apertura.
En algunas regiones de España, los balcones de madera están protegidos por normativa patrimonial? Esto se debe a su valor arquitectónico y cultural, ya que forman parte de la identidad urbana de muchos pueblos y cascos antiguos. Restaurar un balcón de madera no solo es una mejora estética: en muchos casos, es una forma de conservar la historia del edificio.
Si has llegado hasta aquí, ya sabes lo esencial. Pero ahora viene lo interesante: ¿qué modelos recomendamos desde nuestra experiencia? Pues bien, aquí tienes una selección pensada para cubrir diferentes estilos, maderas y acabados.
La Balconera Europea Otras Medidas de Madera Maciza de Pino Huelva V2 Teñida es ideal si buscas un acabado cálido y natural, con ese toque de color que realza las vetas del pino sin perder su esencia. Por su parte, la Balconera Europea Otras Medidas de Madera Maciza de Iroko Huelva V2 Barniz combina la resistencia tropical del iroko con un barniz que protege y embellece la superficie, perfecta para zonas exteriores expuestas.
Si prefieres intervenir tú mismo en el acabado, la Balconera Europea Otras Medidas de Madera Maciza de Pino Huesca V2 Crudo es una opción abierta a la personalización, ideal para proyectos más artesanales. En esa misma línea de personalización, tienes la Balconera Europea Otras Medidas de Madera Maciza de Iroko V2 Crudo, un modelo robusto y de alto valor decorativo que puedes adaptar a tu gusto.
Para espacios más reducidos o para quienes buscan un diseño más sencillo, recomendamos la Balconera Europea Otras Medidas de Madera Maciza de Iroko V1 Crudo, con un formato más compacto y una estética sobria pero elegante. Y si lo que buscas es un modelo listo para instalar, con medidas estándar, la Balconera Europea de 200 cm de Madera Maciza de Pino V2 Teñida es una apuesta segura, con un diseño clásico que encaja en todo tipo de fachadas.
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