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Las puertas de granero han pasado de ser una solución rústica en el ámbito rural a convertirse en un elemento estrella en decoración de interiores con personalidad. Más allá de su estética marcada por la tradición, son una respuesta práctica y elegante para optimizar espacios, crear ambientes cálidos y dotar de identidad cualquier estancia.
Instalarlas no es solo una cuestión de estilo; elegir bien puede ayudarte a ahorrar espacio, mejorar la accesibilidad y, por qué no decirlo, ganarte algún que otro elogio de visitas que jamás pensaron que querrían una “puerta de granero” en su vida urbana.
Para evitar sorpresas de “esto no encaja” o “me gusta, pero no combina con nada”, te traemos una guía clara, directa y útil. Si estás en la fase de exploración o a punto de tomar una decisión, quédate: esta lectura será tu nuevo abrepuertas (y sin necesidad de llave inglesa).
Una puerta de granero es un tipo de puerta corredera (generalmente vista) que se desliza sobre una guía superior, dejando visible tanto la hoja como el sistema de herraje. Su origen se remonta a las construcciones agrícolas, donde se requería una entrada ancha, robusta y fácilmente maniobrable.
Actualmente, estas puertas no solo se integran en casas rústicas o reformas con encanto tradicional, sino también en espacios modernos, lofts urbanos e incluso oficinas con carácter. Lo que las hace tan atractivas es su capacidad para combinar varias ventajas en una sola pieza: aportan una estética rústica o industrial, optimizan el espacio al prescindir de la apertura convencional, añaden una fuerte presencia decorativa y permiten una personalización total, desde el acabado hasta los herrajes.
¿Y lo mejor? En una sola pieza se combinan nostalgia, eficiencia y diseño. ¡Fácil de amar!
Son el formato más habitual y también el más versátil. Una sola hoja que se desliza lateralmente sobre una guía superior, perfecta para cubrir huecos de paso convencionales como los de baños, dormitorios o lavaderos. Este tipo de puerta es ideal si buscas una solución sencilla y con carácter, sin complicaciones técnicas. Además, al requerir solo un lado libre para el deslizamiento, se adapta muy bien a espacios reducidos.
En este caso hablamos de dos hojas enfrentadas que se abren hacia lados opuestos, aportando simetría y protagonismo visual. Se utilizan con frecuencia en salones, comedores abiertos o estancias donde se quiere marcar una separación sin cerrar completamente el paso de luz. Son perfectas para quienes buscan un efecto más escenográfico y elegante, sobre todo en accesos principales. Eso sí, requieren el doble de espacio lateral que una hoja simple, pero ofrecen el doble de impacto estético.
Una solución lista para instalar que incluye el premarco, lo que facilita enormemente el montaje. Las puertas block de granero permiten ahorrar tiempo y evitar errores durante la reforma, ya que se entregan como un conjunto cerrado y preparado que garantiza el ajuste perfecto entre hoja y marco. Son muy recomendables si no quieres depender de carpinteros o buscas una instalación rápida sin renunciar a un acabado auténtico y robusto.
Las correderas empotradas son aquellas cuya hoja se desliza hacia el interior del tabique, quedando totalmente oculta cuando está abierta. Ofrecen un acabado limpio, moderno y minimalista, ideal para quienes prefieren una puerta discreta que no altere la estética general del espacio. Eso sí, requieren obra específica y paredes con el grosor necesario para alojar la hoja.
En cambio, las puertas correderas vistas mantienen la hoja expuesta y deslizándose por la superficie del muro mediante una guía decorativa. Esta opción no necesita obra, es más fácil de instalar y aporta una estética con mucho carácter visual. La puerta se convierte en un elemento decorativo protagonista, aportando textura, color y dinamismo a la estancia.
La reina indiscutible en el mundo de las puertas rústicas. La madera maciza natural no solo transmite calidez y autenticidad, sino que añade valor y presencia en cualquier estancia. Es un material noble, con historia y personalidad, que envejece con elegancia y se adapta tanto a entornos rurales como contemporáneos. Si buscas algo más que una simple barrera entre estancias, este es el camino correcto.
Ventajas
✔ Durabilidad excelente
✔ Estética auténtica
✔ Posibilidad de barnizar, teñir o lacar al gusto
¿Nuestra recomendación? Madera sin barnizar si te gusta el DIY o el acabado personalizado. Teñida si buscas uniformidad y contraste.
El acabado de una puerta de granero no es solo un detalle estético, sino una decisión clave que influye en su resistencia, mantenimiento y carácter visual. Un acabado adecuado puede proteger la madera, resaltar sus vetas o adaptarla al estilo del entorno. Aquí no se trata solo de colores, sino de sensaciones: lo que transmite una puerta mate teñida en nogal oscuro no es lo mismo que una cruda lista para ser pintada en blanco envejecido. Elegir bien el acabado es como elegir el traje perfecto: cambia todo el conjunto.
Crudos: para quienes quieren aplicar su propio barniz o pintura.
Barnizados: protegen y resaltan las vetas naturales.
Teñidos: alteran el color base pero conservan textura.
Lacados: acabado opaco, moderno, más industrial.
Cada opción cambia radicalmente la percepción del producto final. Y del espacio.
Corredera, de madera maciza, con herrajes robustos y mucho estilo. Date una vuelta por nuestro catálogo y elige la tuya.
Ver CatálogoAntes de elegir tu puerta de granero ideal, es clave entender que no todas las paredes ni todos los huecos son iguales. Aunque existen tamaños más comunes, cada espacio tiene sus particularidades. Ya sea que estés renovando una casa antigua o diseñando un interior moderno, adaptar la puerta al hueco (y no al revés) te evitará ajustes forzados, devoluciones y quebraderos de cabeza dignos de una comedia de reformas.
Altura: 203 cm (habitual para puertas interiores)
Ancho: entre 62,5 cm y 82,5 cm por hoja
Mide el hueco libre (alto x ancho)
Suma al menos 5-7 cm de margen en cada lado para el recorrido de la puerta
Verifica que haya espacio lateral suficiente (¡cuidado con interruptores, enchufes o cuadros decorativos que puedan estorbar!)
Un consejo de oro: mide dos veces, compra una. (Y evita juramentos durante la instalación).
Son el alma de la puerta corredera y determinan tanto su estética como su funcionamiento. Suelen estar fabricados en acero, hierro forjado o inox, y se presentan en acabados como negro mate, rústico envejecido o brillante moderno. Elegir herrajes de calidad garantiza un movimiento suave y silencioso.
Imprescindibles para que la puerta funcione correctamente. Se fijan a la pared o al techo y son las responsables de soportar el peso y permitir el deslizamiento fluido. Una guía bien montada marca la diferencia entre una puerta decorativa… y una puerta realmente útil.
Un pequeño componente que evita que la hoja se balancee o se salga del recorrido. Aunque discreto, es esencial para mantener la estabilidad y prolongar la vida útil de la puerta.
Desde cierres magnéticos hasta pestillos decorativos, hay opciones para quienes quieren añadir un punto de privacidad sin complicaciones. También puedes dejarla sin cierre y confiar en la gravedad... aunque no siempre coopera.
✅ Planifica el recorrido completo antes de comprar
✅ Verifica el tipo de muro (no es lo mismo hormigón que pladur)
✅ Asegúrate de tener los herrajes adecuados al peso de la puerta
✅ Combina con el estilo general del hogar
❌ No midas “a ojo”
❌ No improvises en la instalación (si no sabes, llama a un profesional)
❌ No elijas solo por estética: piensa en el uso diario
Una puerta bonita que no corre bien, al final se convierte en estorbo. Y de eso tenemos suficientes en la vida.
Las puertas de granero se han popularizado gracias a programas de reformas como “Fixer Upper”, y en Estados Unidos incluso tienen su propio día: National Sliding Barn Door Day, celebrado cada 3 de noviembre.
Sí, el amor por estas puertas ya es oficial y conmemorativo.
A continuación, te presentamos una selección de modelos que destacan por su diseño, calidad y carácter. Todas ellas están fabricadas en madera maciza y ofrecen ese estilo rústico tan buscado en proyectos con alma. Son puertas de granero que no solo cumplen su función, sino que elevan el ambiente donde se instalan.
Empezamos con la Puerta Block Rústica de Madera GR005, en versión sin barnizar. Su diseño de tabla vertical maciza es un homenaje directo a las puertas originales de los antiguos graneros, con una estética sencilla pero poderosa. Es ideal para quienes desean un aspecto crudo y natural, o prefieren aplicar su propio acabado para personalizarla al máximo.
La Puerta Corredera de Interior de Madera GR001 es la opción corredera por excelencia. Sin barnizar y de líneas sobrias, esta puerta es ligera, fácil de integrar y perfecta tanto para viviendas con estilo contemporáneo como para espacios más tradicionales que buscan un toque práctico sin renunciar al encanto de la madera maciza.
Si buscas algo con más presencia visual, la Puerta Block Rústica de Madera GR001 Teñida mantiene el mismo diseño que la anterior, pero incorpora un acabado en tinte oscuro que realza la veta natural y aporta un aire más elegante y acogedor. Una opción intermedia para quienes quieren el carácter de lo rústico, pero con un acabado más trabajado.
Por último, la Puerta Block Rústica de Madera GR003 incorpora listones cruzados en diagonal que le otorgan un estilo más artesanal y sólido. Esta puerta tiene una presencia rotunda, ideal para espacios donde se quiere destacar el diseño sin caer en lo recargado. Es la elección perfecta para quienes no se conforman con lo básico y buscan un punto diferenciador.
Cada una de estas puertas representa una apuesta segura en estética, durabilidad y autenticidad. ¿Con cuál abrirías tú tu nuevo espacio?
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