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Cómo elegir puertas correderas

Cómo elegir puertas correderas

En el universo de las reformas y el diseño de interiores, las puertas correderas son ese aliado silencioso que transforma los espacios sin armar ruido—ni literalmente ni figuradamente. Gracias a su apertura lateral, ofrecen una solución inteligente para optimizar metros cuadrados, ganar fluidez en el tránsito y añadir carácter a cualquier estancia.

Ya sea para dar un toque moderno a una vivienda o para renovar estancias en las que el espacio escasea, elegir correctamente una puerta corredera puede marcar la diferencia entre un resultado que simplemente "cumple" y otro que brilla por su acierto.

Si estás valorando instalar una puerta corredera, esta guía es para ti. Desgranamos todo lo que necesitas saber para elegir con criterio, evitar errores de principiante y, por supuesto, acertar a la primera.

¿Qué son las puertas correderas y por qué están tan de moda?

Una puerta corredera es aquella que se desliza lateralmente para abrirse y cerrarse, evitando así el barrido de una hoja tradicional.

Las puertas correderas pueden instalarse a la vista, deslizándose por una guía exterior que queda expuesta y aporta un toque decorativo muy atractivo, o bien empotradas, ocultándose dentro del tabique mediante un casoneto. Esta última opción, algo más exigente en obra, ofrece un acabado limpio y sofisticado que resulta ideal para quienes buscan una integración total en la pared.

En ambos casos, su superpoder silencioso es el ahorro de espacio. Nada de puertas que chocan con muebles o esquinas. Todo fluye. Todo encaja.

Tipos de puertas correderas, ¿cuál encaja mejor en tu espacio?

Puertas correderas según el sistema de apertura

- Correderas de una hoja

Son el formato más utilizado en viviendas de cualquier estilo. Cuentan con una única hoja que se desliza lateralmente hacia uno de los lados del hueco. Su simplicidad las convierte en una solución económica, eficiente y muy fácil de instalar, tanto en obra nueva como en reformas. Son ideales para baños, cocinas, dormitorios o despachos, donde no se requiere una apertura doble.

- Correderas dobles

Estas puertas constan de dos hojas que se abren hacia lados opuestos o bien se recogen en el mismo sentido. Ofrecen una apertura más amplia, por lo que son perfectas para conectar dos estancias contiguas —como salón y comedor— sin barreras visuales. También se utilizan en entradas principales de grandes dimensiones o en estancias con paso frecuente de personas. Aportan elegancia y una gran sensación de apertura cuando están abiertas.

- Correderas telescópicas

Este formato está compuesto por varias hojas que se deslizan unas sobre otras a través de una guía común, lo que permite abrir grandes huecos ocupando poco espacio lateral. Es una solución ideal para estancias diáfanas, accesos a terrazas o para dividir zonas sin perder continuidad visual. Eso sí, requieren una instalación más técnica y una guía bien dimensionada.

Puertas correderas según el montaje

▸ Exterior sobre pared

Este tipo de puertas se instalan de forma que la hoja queda visible y se desliza por delante del tabique. El sistema de guías puede integrarse en un riel metálico decorativo o esconderse bajo una tapa. Son fáciles de montar, permiten el mantenimiento sin obras y aportan un efecto decorativo llamativo, especialmente si se eligen en madera vista o lacados contrastantes. Eso sí, requieren espacio lateral libre en la pared contigua para permitir el desplazamiento completo de la hoja.

▸ Interior empotrada (con casoneto)

Aquí, la hoja desaparece literalmente dentro de la pared gracias a un armazón metálico oculto (el llamado casoneto). La ventaja estética es máxima: sin hojas a la vista, sin guías externas, sin obstáculos. El resultado es limpio, elegante y muy contemporáneo. Ahora bien, su instalación exige obra y planificación previa, por lo que es habitual en reformas integrales o en construcciones nuevas. La inversión merece la pena cuando se busca fluidez visual y continuidad en los espacios.

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Materiales y acabados para puertas correderas

La elección del material de una puerta corredera no solo define su apariencia, sino también su comportamiento frente al uso diario, la durabilidad y el tipo de mantenimiento que exigirá. A continuación, analizamos los materiales más comunes y sus particularidades, para ayudarte a elegir con criterio (y sin sustos posteriores).

Madera maciza

Las puertas correderas de madera maciza destacan por su presencia, resistencia y autenticidad. Se elaboran con tablones de una sola pieza o paneles ensamblados, lo que garantiza estabilidad y un aspecto noble. Suelen tener un grosor superior a los 35 mm y un peso considerable, por lo que requieren un buen sistema de guías y rodamientos. Son perfectas para quienes valoran un entorno natural, acogedor y de larga duración.

Ventajas:

  • Alta durabilidad y resistencia al paso del tiempo.

  • Posibilidad de restaurar, lijar o renovar el acabado.

  • Aportan carácter y valor añadido a la vivienda.

Desventajas:

  • Peso elevado: requieren guías robustas y buena instalación.

  • Más sensibles a los cambios de humedad si no están bien tratadas.

  • Coste superior frente a otras opciones.

MDF o tablero de fibras

Las puertas de MDF (densidad media) o DM hidrófugo se fabrican a partir de fibras de madera prensadas y resinas. Este material ofrece una buena relación calidad-precio, permite diseños muy variados (incluso lacados lisos o moldurados) y es más ligero que la madera maciza. Su uso está muy extendido en interiores modernos y proyectos con presupuesto ajustado.

Ventajas:

  • Precio más competitivo.

  • Superficie uniforme y apta para lacados o teñidos.

  • Buena resistencia si se mantienen en ambientes secos.

Desventajas:

  • Menor robustez frente a impactos.

  • No recomendable en zonas húmedas si no es hidrófugo.

  • Vida útil inferior a la madera maciza.

Madera y vidrio

Este tipo de puerta combina una estructura perimetral de madera (maciza o técnica) con paneles de vidrio templado o mateado. Es la opción ideal para quienes buscan mantener la calidez de la madera sin renunciar a la luz natural ni a una estética contemporánea. Se suelen ver en cocinas, oficinas domésticas o estancias donde se desea separar sin aislar visualmente.

Ventajas:

  • Mayor entrada de luz entre estancias.

  • Diseño moderno sin perder el encanto de la madera.

  • Personalizable con vidrios traslúcidos, decorativos o transparentes.

Desventajas:

  • Menor privacidad acústica.

  • Más delicadas ante golpes directos si no se usa vidrio de seguridad.

  • Requieren limpieza frecuente en las zonas acristaladas.

Acabados

  • Crudo (sin tratar): permite personalización absoluta.

  • Teñido o barnizado: protege la madera y realza su veta.

  • Lacado: toque más moderno y fácil de limpiar.

Consejo: si apuestas por madera natural, el acabado barnizado o teñido marcará la diferencia entre una estética rústica con carácter y una puerta que parece escapada de un palé.

Cómo medir correctamente para instalar puertas correderas

Las puertas correderas suelen tener una altura estándar de unos 203 cm y un ancho que varía entre 62,5 y 92,5 cm por hoja.

Para tomar bien las medidas, es fundamental medir la altura desde el suelo terminado hasta el marco superior (si existe), y comprobar la anchura libre del hueco en varios puntos para asegurarse de que no hay irregularidades. Además, si la puerta es exterior sobre pared, deberás verificar que existe espacio lateral suficiente para permitir el desplazamiento completo de la hoja.

💡 Pro tip: deja al menos 10 cm más de ancho libre que la hoja para garantizar un cierre completo sin filtraciones de aire o miradas indiscretas.

Componentes y accesorios a tener en cuenta

Accesorios imprescindibles

Una puerta corredera no es solo una hoja bonita que se desliza de lado a lado. Detrás de su suavidad, su discreción y su eficiencia hay un conjunto de accesorios clave que garantizan que todo funcione como debe. Elegirlos bien marca la diferencia entre una experiencia de uso cómoda y una puerta que chirría, se atasca o no encaja como esperabas.

Las guías, tanto de suelo como de techo, son el elemento que dirige el recorrido de la hoja. Pueden quedar a la vista —aportando un toque decorativo— o integrarse de forma invisible para un acabado más limpio. Las ruedas o rodamientos son otro pilar fundamental: a mayor calidad, más fluido y silencioso será el deslizamiento. Evitarás tirones, atascos o desgastes prematuros.

En cuanto al contacto con el usuario, las manillas y tiradores ofrecen una oportunidad para añadir estilo y ergonomía. Hay vida más allá del clásico pomo redondo: tiradores embutidos, formas minimalistas o detalles rústicos pueden reforzar la estética general de la puerta. Y si se trata de una estancia que requiere intimidad —como un baño o despacho—, conviene añadir una cerradura específica para puertas correderas, discreta y eficaz.

Consideraciones de instalación

Ahora bien, ningún componente es milagroso si la instalación no acompaña. Una nivelación perfecta es imprescindible: una puerta torcida o mal asentada puede acabar siendo un problema constante. Lo mismo ocurre con la fijación de la guía. Recuerda que hablamos de una pieza móvil que puede superar fácilmente los 30 o 40 kilos; una estructura débil no es opción. Por último, apostar por un kit completo con fijaciones y herrajes de calidad evitará más de un disgusto futuro. En esto, como en tantas otras cosas, lo barato suele salir… arrastrado.

Consejos prácticos y errores a evitar al instalar puertas correderas

Lo que sí debes hacer:

✔ Medir con precisión suiza.
✔ Elegir materiales adecuados al uso y ubicación.
✔ Valorar estética y diseño en armonía con el entorno.
✔ Apostar por kits completos, bien acabados.

Lo que NO debes hacer:

✘ Instalar sin prever el recorrido completo de la hoja.
✘ Escoger puertas demasiado pesadas sin guía reforzada.
✘ Dejar el suelo sin nivelar (la gravedad es implacable).
✘ Olvidarte de los topes: tu pared y tus nudillos te lo agradecerán.

Sabías que…

Las puertas correderas ya se usaban en la antigua Pompeya.
En las excavaciones arqueológicas se encontraron restos de guías de piedra que permiten suponer el uso de sistemas deslizantes primitivos. Los romanos ya sabían que cada centímetro contaba… y no tenían pisos de 50 m².

¿Conoces las puertas correderas de Euroblock? Nuestra recomendación para ti

Sabemos que enfrentarse a un catálogo extenso puede generar más dudas que respuestas. Por eso, queremos ponértelo fácil con una selección de puertas correderas representativas de nuestra gama. Todas ellas comparten tres pilares fundamentales: diseño cuidado, materiales de calidad y una construcción pensada para durar.

La Puerta Corredera de Interior de Madera GR001 (Madera sin barnizar) es la opción perfecta para quienes buscan un lienzo en blanco sobre el que aplicar su estilo personal. Su acabado natural permite barnizar, teñir o lacar según el gusto del cliente y el entorno decorativo. Una puerta robusta, adaptable y con una excelente relación calidad-precio.

Si te atrae el mismo diseño pero prefieres un acabado más trabajado desde fábrica, la Puerta Corredera de Interior de Madera GR001 Teñida ofrece el mismo formato con un plus estético: su tratamiento resalta la veta de la madera, le aporta profundidad cromática y mayor protección frente al uso diario.

Otra alternativa destacada es la Puerta Corredera de Interior de Madera GR005 (Madera sin barnizar). Su estructura clásica con marco perimetral proporciona una estética más elaborada y una sensación de solidez visual. Es una excelente elección para estancias donde la puerta forma parte activa de la decoración.

Para quienes buscan un aire más rústico, la Puerta Corredera de Interior de Madera Bravo ofrece un diseño sobrio, cálido y con carácter. Es la compañera ideal para casas rurales, viviendas de campo o interiores que apuestan por lo natural sin renunciar a la elegancia.

Por último, la Puerta Corredera de Interior de Madera Castellana encarna el equilibrio entre tradición y fuerza estética. Sus molduras marcadas y su diseño contundente aportan presencia arquitectónica. Es una puerta que no pasa desapercibida y que eleva cualquier estancia con su personalidad.

¿Listo para dejar atrás las hojas batientes de siempre y apostar por un sistema más fluido, más limpio y más inteligente? Las puertas correderas transforman el espacio sin invadirlo, y lo hacen con estilo. Y ahora que ya sabes cómo elegirlas, solo te queda una decisión por tomar… ¿cuál será la tuya?

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